Quién fuera gato

Hoy quiero dedicarle la entrada a un pequeño bichito, un terrorista con bigotes, que ha entrado en mi vida hace poco y que va a hacer dentro de dos días cuatro mesazos.

¡Quién fuera gato! Dormir, comer, decir miau y que tu humano te mime, ronronear, volver a dormir, volver a comer, acicalarse, comer otra vez, dormir de nuevo,… Los gatos, el mío más aún, suelen estar consentidos y mimados allá por donde van. Claro, cómo no va a ser así teniendo en cuenta lo preciosos, leales pese a todo y buenos que son. Y es que los gatos no son solo esos compañeros que se suben a tus cortinas y se te tumban en el ordenador, resulta que son mucho más interesantes e incluso beneficiosos para la salud de los humanos. Hoy quiero usar la excusa de contaros curiosidades gatunas para presumir de hijo adoptado. 

• Las narices de los gatos son únicas y especiales. Mientras que los humanos tenemos nuestras huellas dactilares y labiales, los gatos tienen su nariz como “huella” única e identificativa.
• Los gatos duermen una media de unas 16 horas al día. Cuando son pequeños esta cantidad puede ser menor, pero conforme se hacen mayores cada vez duermen más, pudiendo llegar a pasarse el día entero dormido, literalmente. Son animales crepusculares, es decir, se activan al amanecer y al atardecer y el resto del día bien pueden pasarlo hechos una bolita de pelo durmiente. Y para muestra, un botón:

• Los gatos son intolerantes a la lactosa. Pese a que la imagen popular que tenemos es la de un gato bebiendo de un cuenco de leche, lo cierto es que los lácteos en general les sientan mal. Puede, como en todas las intolerancias, haber variaciones de gravedad, pero en general deben evitar esos productos.
• Los gatos no ven realmente en la oscuridad, pero sí necesitan mucha menos luz que el ojo humano para poder ver. No hay que olvidar que son depredadores naturales y que las presas se cazan mejor cuando hay menos luz y les pueden ver llegar. En los ojos de los gatos hay una especie de “espejo” en forma de ángulo con la retina que es la responsable de regular la luz que entra y que es la explicación de por qué los gatos son poseídos por el mismísimo Belcebú cuando les hacemos fotos con flash.
• Esto me lleva a haceros un aviso. Evitad en la medida de lo posible el flash, ya que los fogonazos de luz les vienen fatal para sus hipersensibles ojitos.
• Los gatos se comunican con nosotros mediante multitud de recursos. Los más conocidos son el maullido, los movimientos y posiciones de la cola y el ronroneo. Como curiosidad extra, los dueños acabamos diferenciando un montón de tipos de maullido y sabemos exactamente qué quiere en cada momento. El maullido que más escucho yo es el empieza a sonar cada vez que abro el frigorífico. ¿Qué podrá significar? Sin embargo, también se comunican con miradas. Una forma de decir “te quiero” es juntar la nariz y cerrar los ojos lentamente. Esto es porque un predador puede aparecer en cualquier momento y cerrar los ojos puede costarte la vida gatuna, por lo que si un gato se siente cómodo, confiado y protegido contigo te lo comunicará. Ally, por ejemplo, me pide que le abra la puerta con un gemidito muy corto y se queda sentado al lado hasta que se la abro y para pedir jugar a veces hace esto:

• El ronroneo de los gatos no es un mensaje de felicidad. Aunque sí suele coincidir ese sonido con un estado de tranquilidad, los gatos pueden ronronear por muchas otras razones. Es un sistema de comunicación en cierto sentido. ¿De dónde sale ese sonido? Si habéis estado cerca de un gato que ronroneaba, habréis podido notar que el pecho les vibra, pero realmente el sonido lo hacen con la nariz.
• Siguiendo con el ronroneo, es muy interesante conocer que es también un sistema de curación. La propia vibración del sonido puede ayudarles a curar heridas y problemas óseos. Además, hay estudios que hablar de los efectos beneficiosos que tiene la frecuencia de vibración del ronroneo con patologías mentales como la ansiedad. ¡Los gatos son medicina para el alma!
• Algunos datos más físicos: son extremadamente flexibles y pueden saltar hasta 3 metros; pueden rotar sus orejas hasta 180º y su oído es cinco veces más sensible que el de los humanos (por eso jamás se le debe poner a un felino un collar con un cascabel, se volvería loco con el sonido). Un gato puede pasar el 20% de su día acicalándose, por lo que no es imprescindible bañarlo, sobre todo porque para algunos es realmente traumático el contacto con el agua. He aquí un gato con la mirada del soldado tras su primera lucha contra ese fluido tóxico llamado agua:

• Respecto a la historia de los gatos, llegaron a la Tierra antes que los perros y pese a ello siguen sin llegar al mismo nivel de domesticación que los cánidos. Además, en el Antiguo Egipto eran considerados dioses y se les adoraba hasta el punto de afeitarse las cejas la familia entera si el gato de la casa moría. 
• Aunque algunos desalmados disfruten “diseñando” sus bigotes, lo cierto es que estos pelitos son fundamentales para los felinos, ya que les sirven para calcular distancias y si se les alteran de alguna forma su equilibrio se ve afectado.
• Parece ser que el cerebro de los gatos se parece en un 90% al de los humanos. Tenemos más similitudes con ellos que con los perros. Quizá por eso les guste tanto quedarse dormidos encima de apuntes y ordenadores.

• Como perciben mejor los sonidos agudos, los gatos suelen hacer más caso a las mujeres. Creo que debería hacerme mirar mi masculina voz gatunamente ignorada.
• Un gato fue alcalde de un pueblo de Alaska durante 15 años y otro se postuló para serlo en Ciudad de México. No voy a comentar nada al respecto.
• Napoleón y Julio César temían a los gatos. 
• Os preguntaréis por qué los gatos ocultan sus vergüenzas en la arena. Esto es porque así ocultan el olor para no ser descubiertos por posibles depredadores. 
• A veces podemos confundirnos y creer que son sólidos, pero no. Los gatos son fluidos, se adaptan a cualquier forma. Dicen que es por su flexibilidad, pero que no os engañen, es porque son agua. Aquí, mi gato en la papelera del baño cuando la puse nueva:

Antes de acabar la entrada, me gustaría pediros dos cosas:

1. ADOPTAD. Hay muchísimas vidas buscando una familia a la que dar amor y muchas personas prefieren comprar animales para tener algo exclusivo porque lo ven como un objeto de lujo del que presumir. POR FAVOR, NO SEÁIS ASÍ Y ADOPTAD.

2. Tened un animal, sea del tipo que sea, solo si podéis darle la vida que se merece y cuidarlo como se debe. Un animal no solo tiene que comer y estar limpio, también debe visitar con regularidad al veterinario, debe ser querido y respetado, mimado y educado y se puede poner malo en cualquier momento. Si por vuestro ritmo de vida o por vuestro nivel económico no podéis cumplir con esto, no adoptéis. Sin embargo, si podéis permitíroslo, podéis acoger animales (perros, gatos, conejos…) y la protectora os ayudará con los gatos hasta que el animal sea adoptado.

Gato salvaje acechando desde su casa nueva:

Y esto no es todo, pero me parece de mala educación seguir escribiendo. 

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¡Nos leemos a la vuelta de la página!